¿Cuál es tu nombre completo? Alexandra Nyman
¿De dónde eres? Me considero mujer de mundo. Nací en Suecia, me crié en Inglaterra y ahora llevo casi 30 años en España. Es una pregunta algo existencial!
¿A qué te dedicas? Es una gran pregunta. Me dedico a una especie de misión. Buscar entender y equilibrar el caballo desde su perspectiva física, mental y emocional.Y sobre el camino, transmitirlo a las personas. No es una tarea fácil, y necesitaría unas cuantas vidas más para poder realmente llegar a ése entendimiento. Supongo que esa misión se basa en el aprendizaje constante.
¡¿Nos explicas un poco cómo empezaste en el mundo del caballo?
A los 4 años nos mudamos con mis padres a Inglaterra, y fue entonces cuando por primera vez me pusieron encima de un poni.
Me aficioné tanto que acabé teniendo los caballos en casa, y los vivía como cualquier adolescente debería, divirtiéndome y conviviendo con ellos las 24 horas. Fue uno de los mejores aprendizajes de mi infancia. Limpiar cuadras, dar las comidas y de paso experimentar y disfrutar. No tenía a nadie que me enseñara en esos momentos.
Hasta los 16 años fue un sin parar y me aficioné al salto. Al mudarnos a España tuve un choque de cultura equina y a los 20 años dejé de lado los caballos. Estuve 10 años desconectada de ellos, pero por circunstancias de la vida a través de una amiga que tenía caballos en su casa, regresé. De repente todo se puso en su sitio,y sabía exactamente que quería tener los caballos cerca y dedicarme profesionalmente. Suena algo típico, pero sentía que ése era mi camino.
A partir de ahí decidí hacer el Técnico y empecé a trabajar en hípicas. Después de pasarme horas enseñando bajo horarios,con estructuras tradicionales y rígidas decidí ir por mi cuenta. Siempre he sido algo anarquista, y no estaba de acuerdo con la manera que se enseñaba y se trataba a los caballos,aunque tengo fe de que eso poco a poco está cambiando.
Empecé a preguntarme el “porqué” de las cosas. Quería ir hacia las profundidades, entender las cosas, no solo hacerlas porque los demás me lo decían. Quería conocer de cerca el compañero que había elegido de por vida. Y así empecé a investigar otras maneras de relacionarse y trabajar con el caballo.
Fui a conocer personas que pensaban bajo ésta misma perspectiva para poder aprender nuevas herramientas,nuevos recursos que me ayudarían a acercarme a él.
Comencé mi proyecto de vida, Creative Horsemanship. Un proyecto que empezó como un juego tal como dice la palabra, creativo. Me compré el caballo que marcaría mi futuro, Nerón, y gracias a él estoy hoy donde quiero estar. Fue quien me hizo ver algo tan sencillo como que el caballo es un animal que siente y piensa.
En esa época quería hacer demostraciones para mostrar al público que existía otra manera de relacionarnos con ellos. Pero me di cuenta de que el miedo escénico me comía viva, y que ésa no era realmente la manera en la que me quería expresar. Así que con el tiempo, ése proyecto, se ha ido formando en una filosofía de vida y de trabajo con los caballos. Decidí que convertiría mi trabajo en algo artesanal, desde la sombra en vez de la luz. De una manera íntima y experimental.
Y actualmente, ¿cuál es tu actividad con los caballos?
Creo que soy como una especie de puente de unión entre binomios.
Por un lado ayudo a personas que tienen sus propios caballos pero buscan otra manera de relacionarse con ellos, o que tienen problemas de comunicación y no tienen las herramientas necesarias como para entablar un diálogo con ellos.
Me encuentro con muchas personas que llevan años montando, pero de repente se encuentran ante problemas que no saben como resolver. Creo que en ése momento algo cambia en ellos. Se abre una nueva vía.
Intento ofrecer recursos que serán beneficiosos tanto para el caballo como para su dueño. Recursos que dan seguridad y que facilitan muchísimo más el trabajo de comunicación.
Busco a través de éste lenguaje, una comunicación expresiva y ligera donde el caballo tiene derecho a tomar decisiones a través de su propio procesamiento mental pero acorde y en harmonía con el humano.
Al mismo tiempo trabajo con los caballos para posteriormente acoplar a sus dueños y trabajar como un conjunto, un partnership. Aunque reconozco que lo que más me apasiona es trabajar de cerca con los caballos, con el tiempo he aprendido que si no colaboro en educar también a las personas, el trabajo se hace a medias.
Veo a éstos seres como obras de arte, cada uno con sus singularidades y sus potenciales.Y por eso creo que es tan importante transmitir que el arte se crea con el tiempo, sin prisas y con mucha dedicación y pasión. Con “sentido y sensibilidad”.
Mi campo base está en Can Riu, Barcelona. Ahí tengo mis caballos e imparto clases particulares, además de varios clientes que trabajamos conjuntamente bajo un seguimiento riguroso.
Pero también me paso muchas horas viajando tanto a casas de particulares como impartiendo clinics de formación sobre los fundamentos de Creative Horsemanship. Sobre todo a Galicia, en El Rincón Finca El Carmen y al País Vasco en Zaldi Ene, donde hemos creado unas jornadas de seguimiento para reforzar lo aprendido en los clinics.
¿Tienes caballos? ¡Háblanos de ellos!
Si. Son mis compañeros de equipo Easy Toy, un American Paint Horse y Titan, Pura Raza Española.
Son el día y la noche. Zipi y Zappe. Dos razas con características totalmente diferentes que marcan mucho sus maneras de ser. Han sido y siguen siendo una gran lección,ya que he tenido que aprender a adaptarme a cada uno modificando mi manera de ser y trabajar. No existe un método para todos los caballos.
Easy es un personaje muy carismático y por eso apareció. Creo que fue su curiosidad que me llamo la atención. Digamos que se toma la vida con la calma. Es un caballo muy templada pero al mismo tiempo trabajador, centrado y responsable. Sabe ponerse en el papel que le toca. Aunque me ha enseñado a tener sentido del humor porque no se deja convencer por todos. Siempre tiene un plan en mente,y quizás ése plan no sea el mismo que tenías organizado. Lo tengo desde los 2 años, y pese que al principio tuvimos algunos desencuentros, hoy tenemos una gran complicidad. Me atrevería a decir que saca la niña que llevo dentro.
Titan. Bueno, es uno de los caballos más complicados que se han cruzado en mi vida. Me ha costado muchísimo entenderlo y saber cual es la mejor manera de motivarlo con entusiasmo. Tiene mucho carácter y es extremadamente sensible y eléctrico, aunque siempre se esfuerza para complacer. Es el caballo que realmente pone a prueba mi horsemanship, y me hace ver con claridad los errores que cometo. Un gran maestro.
Si te preguntamos, qué te aporta y qué significa para ti vivir entre caballos, ¿qué nos dirías?
Ante todo significa privilegio. Me siento una persona muy afortunada de poder vivir entre caballos y trabajar de aquello que me apasiona.
En mi caso me han enseñado a desarrollar un espíritu de sacrificio, de constancia y paciencia. Como leí hace poco, solo estamos tocando el iceberg del entendimiento equino y eso hace que mi vida se dedique plenamente a profundizar en ello. Creo que ésta búsqueda nos obliga a modificar elementos que tenemos muy interiorizados, sino no podemos estar abiertos a escuchar.
Me aportan muchísima felicidad aunque también he vivido momentos de tristeza. Sobre todo cuando perdí a Nerón, o cuando pasas tiempo con un caballo trabajando sabiendo que pronto marchará. Son animales muy especiales,y cuando trabajas de ésta manera se forma una relación extremadamente profunda e íntima.
¿Qué representa para ti, ser imagen de nuestra tienda?
Representa formar parte de un proyecto en la que se comparten valores,además de que me encanta estar al lado de personas que tienen pasión por lo que hacen!
¿Frase favorita?
La equitación es un arte. Sin creatividad no hay arte. Sin sensibilidad no hay creatividad.
¡Muchas gracias Alex! Nos ha encantado conocerte un poco más, y es un placer enorme tenerte como colaboradora y consejera!